Ha sido posible tras conseguir los permisos oportunos para su realización. Está cueva tiene la entrada restringuida por las crecidas del río subterráneo y las colonias de murcielagos que posee. La entrada está autorizada siguiendo instrucciones de la Guardería del Parque, desde el día 01 de Agosto al 01 de Noviembre, si las condiciones climátológicas lo permiten.
Para grupos de cinco espeleológos máximo, con un aforo de veinte al mes. Conseguir los permisos es portanto complicado sino se solicitan con mucha antelación.Otros requisitos para conseguir el permiso son:
Tener licencia deportiva del año en curso de la actividad a realizar.
Ir acompañado por un técnico cualificado en espeleología.
Presentar un plan de prevención de accidentes y rescate.
Un extracto de una publicación sobre la cueva da una idea sobre las dificultades de la misma. Aunque hoy día gracias a los materiales, la técnica y el conocimiento hidrogeomorfologíco de la cavidad, hacen que los expertos minimicen las dificultades siendo un reto asumible.
GEOS DE SEVILLA
SIERRA DE LIBAR, MÁLAGA.
PRIMERA TRAVESIA HUNDIDERO-GATO:
Aunque han sido innumerables las expediciones realizadas en el Complejo Hundidero-Gato, de las cuales más de cinco veces se ha tenido como finalidad su travesía todas con exito, ninguna tiene un significado tan profundo como la primera vez que se atravesó tras cuarenta y dos horas de ininterrumpido esfuerzo. Por ello haré una pequeña memoria de dicha expedición.
Tras muchas vicisitudes, el día 20 de Agosto de 1965, un Grupo de seis espeleólogos parten para la Sierra de Libar, en donde se encuentran la localidad de Montejaque y Benaoján. La duración prevista para la finalidad propuesta es de trece días.
El plan consistía en penetrar por la Boc de Gato (más fácil) hasta el lugar conocido como Hundidero, con lo que se podría atravesar el Complejo, sabiendo las dificultades, materiales necesarias y el tiempo aproximado a emplear.
Día 24.- Este día lo dedicamos a trasladar el material a Hundidero. Se había decidido arriesgarse a pesar de que aún se desconocían 1500 m.
Día 25.- A las nueve y cuarto de la mañana y despues de las últimas recomendaciones, emprendemos la marcha hacía la aventura.
Por Hundidero los obstaculos son mayores, continuos y la dificultad para vencerlos es grande.
Al llegar al punto conocido (también en la expedición navideña: 500 m de penetranción), y bajar la sima hubo decepción, ya que se creía el mayor obstaculo y sólo empleamos 20 m. de "electrón".
Se hizo un alto al pie de la sima, comimos y descansamos. Sobre las ocho de la tarde se emprendió de nuevo la exploración en terreno desconocido.
Estrechos pasadizos y galerías inundadas por el reciente paso de las aguas nos acompañanban en lenta marcha, lago tras lago. A veces parábamos para tomar alguna bebida, azúcar o dátiles.
Cada vez nos encontrabamos ante un lago nos moviamos automáticamente; se hacía tantas veces la maniobra de montar y desmontar que ni palabras nos intercambiamos, sólo silencio.
Hallamos una plataforma arenosa en una bellisima sala de gours comimos, descansamos hasta el amanecer. Se habian invertido dieciocho horas en 800 m. Habría de seguir de todas formas, pero aquello era muy lento y agotador.
Día 26.- Desayunamos fuerte, pues el día que nos esperaba iba a ser movido; el panorama era ahora distinto, el curso del río se hacia cada vez más pantanoso, hasta el extremo de tener que pasar sobre los botes, ya qeu más de uno tuvo que ser ayudado para salir del barro. Despues de salvar esta dificultad la recompensa nos pareció grande: Una sala gigantesca se abría frente a nosotros, "Plaza de Toros", una galeria con enormes caos de bloques, más lagos, cansancio, paso a paso nos encontramos frente a una galería inundada, encajonada de paredes verticales.
Con gran esperanza fuimos consumiendo los 60 m de perlón que unían el bote al grupo. Una estrecha galería, angostura que nos obliga a proteger el bote con las manos.
Al pasar la estrechez una fuerte corriente de aire apagó la luz de los carburos. Eran las tres de la tarde, casi lo habíamos logrado.
Rápidamente alcanzamos la cornisa donde habíamos descansado en la exploración anterior.
Agotamos los alímentos y dormimos una hora antes de emprender la marcha hacia el exterior. A las tres de la madrugada del día 27, salimos sin novedad.
La gran ilusión se había hecho realidad.
KARST - 13 (455).
DIARIO: EXPEDICIÓN 20-12-2012.
Para completar nuestra travesía con existo
falta que la climatología nos respete, siendo el Parque de Grazalema la zona
más lluviosa de España, no hay que descuidar este aspecto trascendental para el
desarrollo de la actividad. Ovio es que en octubre termina el estío. Pero este
año, además está siendo especialmente
lluvioso en el sur. Es fundamental estudiar meticulosamente el funcionamiento
hidrológico de la zona, y las predicciones
y datos meteorológicos los días previos. Con uno de los últimos permisos
cursados para el año 2012, y las nubes amenazando tormentas; sólo queda esperar
con los equipos preparados. Que no llueva demasiado durante los días previos.
El sábado 20 de Octubre sobre las 8,00. Partimos de Benaoján
dirección Hudidero, la mañana fresca nos anima a enfundarnos los neoprenos con prisa en el parking de Hundidero.
Descendemos el sendero confiando en los datos obtenidos
sobre la hidrología en la zona y de la cueva.
Sabemos que no está ni entrará en crecida durante las próximas horas vistas las
predicciones y valores meteorológicos de la estación meteorológica de
Grazalema.
En el umbral terminamos de colocar todos los elementos de
nuestro equipo, comprobamos nuestra iluminación. Dispuestos, animados, también
algo nerviosos comenzamos nuestra aventura. Los primeros pasos denotan tensión en
los participantes, sobre todo nuestros espeleólogos noveles, por el olvido de planos, brújula y comida. La
travesía puede complicarse.
Comienza el descenso el lago Blanco, el Negro el agua fría,
retiramos la cuerda, no hay vuelta atrás, ya sólo existe un objetivo salir por
Cueva de Gato. Pasarelas, pasamanos, destrepes, vadeos, caminatas. Nos van
mostrando un mundo subterráneo espectacular
durante nueve horas descubrir cada lago, cada galería o formación nos
emociona. Verdaderamente es un lugar impresionante, grandioso, enigmático,
silencioso, en ocasiones peligroso. Nos
cautiva la majestuosa cavidad, su formación, su funcionamiento hidrológico y
sus formaciones.
Sala de Plaza de toros o los gours Gigantes, el Cabo de las
Tormentas, La
Gran Estagmita,
galerías con antiguas estructuras de pasarelas colgantes, destruidas por las
crecidas y el óxido, dan idea de los trabajos realizados en la gruta para
intentar en vano reparar perdidas de la
presa de los Caballeros, la ciencia no alcanzo a desvelar los secretos que
arruinaron la construcción de la presa
de Hundidero que jamás sirvió al fin para el cual fue diseñada. La producción
de energía hidroeléctrica.
La Sala de los Gours Gigantes,
un breve descanso, reponemos energía mientras disfrutamos del paisaje que se
nos brinda. Continuamos vadeando La Galería del Barro.
El cabo de las Tormentas, La Galería del Aburrimiento
comienza ha mellar nuestras fuerzas, pero estamos cerca, se presiente el final.
Descansamos en la Sala
de las dunas.
Llevamos 8h. bajo tierra: Agua, barro, humedad y frío han
chocado contra nuestras fuerzas y voluntad. Estamos apunto de conseguir nuestro
objetivo.
En las Hoyas comienza nuestra euforia, nos vemos en la salida. Aún
hay luz y nos permite un vista hacia el exterior mágica.
El lago con
penumbra de Gato. Y la silueta que dibuja la gruta, recortada en la
piedra del antro simula un corazón. Regresa una sonrisa de satisfacción a
nuestras caras. Estamos fuera, está lloviendo, la humedad nos persigue hasta el
bar, donde con los neoprenos puestos celebramos con cerveza nuestra hazaña.
La victoria nos baña el corazón, objetivo conseguido, un
abrazo nos une con tremenda alegría por haber conseguido realizar la travesía Hundidero-Gato.
Anabel Arroyo, Isidro Aguilar, Jesús David Fernández y
Alfonso Giménez.
Fotos y crónica by:
Alfonso Giménez Álvarez.
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